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Y luego claro, los abrazos, los besos, las lágrimas…y todas esas cosas a las que Hollywood nos tiene acostumbrados…
No obstante la realidad fue algo distinta….
Allí seguía yo con mi palito en la mano (el de las 2 rayitas, el otro lo había tirado por agorero) cuando llegó mi querido marido a casa. Me vio la cara y…¿qué te pasa???tienes cara de susto, te has peleado con los vecinos???? (No tiene grandes dotes de clarividencia el pobre). Yo, en mi estado de shock le meto el palito en los ojos. El lo mira y me mira. Yo le miro y lo miro. Los dos lo miramos y nos miramos. Abre la boca. Ahí va la frase que seguramente me hará sentir la mujer más feliz del mundo…. "eh….pero estás segura de que es mío???” QUEEE??? COOOMO??? Y los besos? Y las lágrimas???vale que ha sido sorprendente pero….ayyyyyy….mi marido no llegará lejos como protagonista de películas románticas.
Después de sus disculpas de rigor “pero si era una broma” (ya ya….)nos sentamos, nos cogimos de la mano y nos quedamos en silencio….y asi estuvimos las siguientes 48 horas….
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